La limpieza de centros comerciales debe realizarse de forma exhaustiva y permanente. Son espacios con muchísimo tráfico humano, muy concurridos, que precisan mostrar siempre una imagen impecable para favorecer su función: la venta. ¿O acaso comprarías en tiendas y locales sucios?

Evidentemente, la imagen proyectada depende en gran medida del estado general de las instalaciones. Son ámbitos muy amplios y con gran cantidad de servicios que requieren tratamientos diferentes: no es lo mismo limpiar el aparcamiento que higienizar los locales gastronómicos que alberga. 

Por ello, los profesionales encargados de estas labores deben disponer de equipos experimentados y altamente cualificados, gran cantidad de recursos y, sin duda, de las tecnologías y los procedimientos idóneos.

Su labor excede el trabajo diario: en cuanto se cierran las puertas, su actividad se dispara. Pero, además, una brigada más o menos numerosa ha de estar permanentemente disponible para cualquier imprevisto que pueda producirse. Seguro que, alguna vez, has visto trabajar a profesionales en tareas específicas de limpieza en estos espacios comerciales.

Limpieza y desinfección de suelos

Una de las partes más exigentes y complicadas del trabajo de limpieza en los centros comerciales es el cuidado de los suelos. La primera dificultad radica en los muchos metros cuadrados de superficie que es necesario tratar.

Asimismo, por lo general, conviven en ellos diferentes materiales que precisan procedimientos, productos y maquinarias distintos.

Junto a la limpieza puntual de residuos, manchas y derrames —habituales por otra parte en lugares tan concurridos—, el mantenimiento continuado de estos suelos exige labores periódicas de pulido y abrillantado. No basta con limpiar, hay que optimizar su aspecto. No solo tienen que estar limpios, también deben parecerlo. Por eso, es imprescindible atesorar los conocimientos y los recursos apropiados a cada superficie.

La labor se complica, por otra parte, porque es necesario llevarla a cabo en los periodos en los que no hay tráfico de personas. Es fundamental no entorpecer el disfrute de los clientes. Por tanto, los horarios de estas tareas suelen ser ajenos a los comerciales.

Labor desinfectante para baños y aseos

La higienización es otra cuestión de capital importancia al acondicionar estos espacios. Además de las áreas gastronómicas ya mencionadas, los baños y los aseos son los lugares más peliagudos. Siempre son zonas especialmente sensibles, delicadas, por lo que en estos escenarios tan concurridos hay que estar actuando en ellos de forma casi permanente.

Más allá de una cuestión de imagen, considéralo una prioridad sanitaria. Por lo general, vas a encontrar inmaculados los lavabos de todos estos centros comerciales. Lo cual exige un inmenso trabajo y una concienzuda labor a los profesionales de la limpieza e higienización.

Como has visto, la limpieza de centros comerciales no es un tema menor. Su transcendencia y exigencia precisan ponerlo en manos de organizaciones y personal muy competente, así como no escatimar recursos en su realización.